El otro día vino un afiliado a la sección sindical y nos contó que había tenido un sueño, un mal sueño, bueno mas bien una pesadilla. Quiso contárnoslo por si acaso esta se hacia realidad y así poder abrir un consultorio de futurología.
A continuación os vamos a relatar lo que soñó:
Erase una vez un puerto en el que el Gerente de la Sdad. Estatal de Estiba tramitaba, sin poner ninguna traba, toda la documentación de la empresa para transformarla en APIE , ya que creía firmemente en que lo mejor para sus intereses era privatizar la empresa.
Una vez conseguido su objetivo, y ya privatizada la empresa, su siguiente paso era conseguir que se le reconociese el coeficiente reductor (a pesar de que no le correspondía) para poder jubilarse antes.
Como no tenia ningún reparo en pedir favores, ya que él había hecho muchos utilizando el servicio publico, acudió al sindicato mayoritario, quien había contribuido en la privatización de la Sdad de Estiba, para que le facilitara algún testigo, para que en el juicio testificase a su favor y dijese que realiza labores portuarias y así le pudieran conceder dicho coeficiente.
Para conseguir algún otro testigo, para dar así mas credibilidad a la mentira, acudió también a otro sindicato, que pensó también en facilitarle un testigo.
Pero ahí no queda la cosa. Este firme defensor de la privatización no contento con todo lo que había conseguido trapicheando, se fijo un nuevo objetivo.
Irse a la Autoridad Portuaria (Empresa Publica). Para ello se puso manos a la obra con sus contactos políticos para conseguir que le enchufasen en el puerto en un puesto directivo en el Organismo Publico Puertos del Estado donde poder de una manera más segura (Empresa Publica) seguir con sus tejemanejes.
Y colorin colorado este sueño se ha acabado.
Esperemos que se trate solo de un sueño o de una pesadilla como nos sugirió y que no sea tan brujo o cenizo como para adivinar el futuro.
A continuación os vamos a relatar lo que soñó:
Erase una vez un puerto en el que el Gerente de la Sdad. Estatal de Estiba tramitaba, sin poner ninguna traba, toda la documentación de la empresa para transformarla en APIE , ya que creía firmemente en que lo mejor para sus intereses era privatizar la empresa.
Una vez conseguido su objetivo, y ya privatizada la empresa, su siguiente paso era conseguir que se le reconociese el coeficiente reductor (a pesar de que no le correspondía) para poder jubilarse antes.
Como no tenia ningún reparo en pedir favores, ya que él había hecho muchos utilizando el servicio publico, acudió al sindicato mayoritario, quien había contribuido en la privatización de la Sdad de Estiba, para que le facilitara algún testigo, para que en el juicio testificase a su favor y dijese que realiza labores portuarias y así le pudieran conceder dicho coeficiente.
Para conseguir algún otro testigo, para dar así mas credibilidad a la mentira, acudió también a otro sindicato, que pensó también en facilitarle un testigo.
Pero ahí no queda la cosa. Este firme defensor de la privatización no contento con todo lo que había conseguido trapicheando, se fijo un nuevo objetivo.
Irse a la Autoridad Portuaria (Empresa Publica). Para ello se puso manos a la obra con sus contactos políticos para conseguir que le enchufasen en el puerto en un puesto directivo en el Organismo Publico Puertos del Estado donde poder de una manera más segura (Empresa Publica) seguir con sus tejemanejes.
Y colorin colorado este sueño se ha acabado.
Esperemos que se trate solo de un sueño o de una pesadilla como nos sugirió y que no sea tan brujo o cenizo como para adivinar el futuro.
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