En todo este asunto, de la denuncia del sistema español de estiba ante el tribunal de justicia de Luxemburgo, por parte de la comisión europea, hay algunas cosas que no acaban de encajar. Posiblemente terminen por hacerlo, con el discurrir de las semanas, pero hasta el momento resulta cuando menos sorprendente, la forma en que coordinadora está contemporizando ante puertos del estado.
A día de hoy Antolín Goya, su siempre locuaz coordinador general, aún no ha dicho esta boca es mía. Mientras tanto su ¿nemesis? José Llorca no ha perdido el tiempo, y se ha pronunciado en la primera ocasión que ha tenido, siéndole, como le es, apenas posible resistirse al placer de oír su propia voz. Porque si Llorca no tiene nada que decir se lo inventa, y tampoco duda en enseñar sus cartas antes de tiempo en cuanto un periodista le mira con ojos tiernos.
Si ya éramos muchos los que sospechábamos que Llorca no tiene ningún interés en defender, con lealtad, el sistema español de estiba en los tribunales europeos (no fuera a ser que éstos terminaran por validarlo, acabando de una vez por todas y para siempre con la labor de zapa que tan eficazmente ha realizado durante años), apenas unas horas después de conocerse, públicamente, la decisión de la Comisión Europea, le ha faltado a Llorca tiempo para pedir una reforma de la Ley de Puertos y adaptar el sistema de estiba a los requerimientos de la Comisión.
Ahí, ahí, y como guinda, les mete un poco de miedo a las empresas estibadoras con el asunto de los pasivos laborales, para que se muestren más receptivas ante posibles cambios normativos, cuando a aquellas probablemente ya les vayan bien las cosas como están.
Le ha faltado tiempo, al funcionario, para aclarar de qué va en realidad todo esto. Como le ha faltado para abjurar de una ley de la que fue ideólogo en la sombra, formando equipo con el diputado Andrés Ayala, ponente del PP. Una ley, de la que siempre ha presumido que era tan suya como la anterior, la ley 48/2003, aprobada durante su primer mandato al frente de puertos del estado.
¿Se podría pensar que ha sido tan rápido el Ingeniero, como para haber cogido con el paso cambiado al Coordinador General, todavía celebrando su reelección, por aclamación, al frente del mayoritario en el reciente congreso celebrado en Bilbao?
No ha hablado Antolín, pero si lo han hecho otros, como Jordi Aragunde, dirigente de la zona catalano-balear, quien tras hablar con Llorca decidió hacer como que no había oído nada de sus anteriores declaraciones, e insistió en ese comportamiento cuasi autista que últimamente parece ser norma dentro de su sindicato.
Y así, casi sin querer, nos da Jordi Aragunde una de las claves de todo este asunto; el tiempo. Porque llegados a este punto, José Llorca no puede esperar hasta 2018 para ver que termina ocurriendo tras el paso de la denuncia por los tribunales europeos. Porque, a saber donde anda Llorca en 2018, a saber donde andan Dimitrios Theologitis y el comisario Siim Kallas, que con tanto interés se han tomado el caso iniciado, no conviene olvidarlo, a partir de un denunciante anónimo, cuya identidad se desconoce.
No se puede obviar que en apenas unos meses, en la primavera de 2014, se celebrarán las próximas elecciones europeas, con un más que posible cambio en el equilibrio de fuerzas del nuevo parlamento europeo que emane de esas elecciones. Por vez primera, el parlamento europeo será el encargado de elegir al presidente de la comisión, y entraría dentro de la lógica que Barroso y su equipo desaparecieran del mapa para no volver, y con ellos fuera de escena, Llorca quizás no tenga a nadie que le haga el trabajo sucio, ni a quién echar la culpa.
Así pues, Llorca ha esperado todo lo que ha podido y más, ha esperado hasta que Antolín Goya ha sido reelegido. ¿Será casualidad que tras más de seis meses en la nevera, se vuelva a dar impulso al asunto apenas unos días después de que el canario se haya asegurado la reelección por otros cuatro años? ¿Ha enfriado el proceso el tiempo suficiente para darle un respiro al tinerfeño y que no creciera la desconfianza dentro de Coordinadora, no fuera que algún halcón con ganas de pelear fuera a postularse dentro del sindicato, si es que queda todavía alguien así dentro de esa organización?
Es evidente que Llorca necesita a Goya para que su estrategia tenga éxito, necesita de alguien alérgico al enfrentamiento, pactista. En las próximas semanas intentará, con todas sus fuerzas, vendernos la moto de que hay que modificar ya la ley, que hay que adaptar el sistema de estiba a lo que pida la comisión. Aunque quizás no tenga que esforzarse mucho, porque puede que esa moto ya esté comprada.
Puede que en realidad ya esté todo hablado y el silencio de Goya sea sólo un silencio dramático, para que interioricemos la gravedad de la situación, para que en el colectivo de estibadores cunda la desesperanza.
Son ya demasiadas cosas, nuestros amigos de ANESCO nos traicionan y olvidan esa paz social que nos prometieron a cambio de sacrificio y contención, la comisión pretende desmontar un sistema que nuestro amigo Llorca nos prometío duraría décadas gracias a nuestras concesiones en la Ley de Puertos. Es hora de que Antolín vuelva a salvarnos como sólo el sabe hacerlo.
Venga Antolín, sálvanos. Cuéntanos lo difícil que estaba todo, cuéntanos como iban a a por nosotros esos bárbaros de Bruselas. Cuéntanos, cuando parezca una derrota, que no ha sido una derrota. Cuéntanos que no merecía la pena luchar, que no había más remedio que aceptar las cosas como venían y adaptarse. Dinos lo importantes que somos, y lo profesionales, y el sentido de empresa que tenemos. Nosotros nos creeremos lo que nos digas, adornaremos el relato con épica. Anestesiados ante la vergüenza de no plantar batalla, insistiremos en viejas leyendas de estibadores que no se humillaban ante nadie, pero tampoco demasiado, que no conviene agitar conciencias. Es mejor no molestar demasiado a nuestros nuevos amigos.
Ah, pero eso si, "Ni un paso a tras". Ni un paso atrás, ahora que ya tenemos el muro pegado a la espalda.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
Leon Felipe
A día de hoy Antolín Goya, su siempre locuaz coordinador general, aún no ha dicho esta boca es mía. Mientras tanto su ¿nemesis? José Llorca no ha perdido el tiempo, y se ha pronunciado en la primera ocasión que ha tenido, siéndole, como le es, apenas posible resistirse al placer de oír su propia voz. Porque si Llorca no tiene nada que decir se lo inventa, y tampoco duda en enseñar sus cartas antes de tiempo en cuanto un periodista le mira con ojos tiernos.
Si ya éramos muchos los que sospechábamos que Llorca no tiene ningún interés en defender, con lealtad, el sistema español de estiba en los tribunales europeos (no fuera a ser que éstos terminaran por validarlo, acabando de una vez por todas y para siempre con la labor de zapa que tan eficazmente ha realizado durante años), apenas unas horas después de conocerse, públicamente, la decisión de la Comisión Europea, le ha faltado a Llorca tiempo para pedir una reforma de la Ley de Puertos y adaptar el sistema de estiba a los requerimientos de la Comisión.
"Si la Comisión lleva esto al Tribunal de Justicia es porque tiene la seguridad de que lo va a ganar. Por tanto, esperar a una sentencia implicaría que en el momento de producirse, si es condenatoria, de la noche a la mañana las empresas deberían asumir en España los pasivos laborales de las sociedades de estiba mientras que cualquier empresa nueva podría venir e instalarse sin estar sometido a estos criterios con lo que ello implicaría en la estructura del mercado"
“...Esperar es muy arriesgado...Hay que trabajar por un modelo de estiba acorde con la legislación europea".
Ahí, ahí, y como guinda, les mete un poco de miedo a las empresas estibadoras con el asunto de los pasivos laborales, para que se muestren más receptivas ante posibles cambios normativos, cuando a aquellas probablemente ya les vayan bien las cosas como están.
Le ha faltado tiempo, al funcionario, para aclarar de qué va en realidad todo esto. Como le ha faltado para abjurar de una ley de la que fue ideólogo en la sombra, formando equipo con el diputado Andrés Ayala, ponente del PP. Una ley, de la que siempre ha presumido que era tan suya como la anterior, la ley 48/2003, aprobada durante su primer mandato al frente de puertos del estado.
¿Se podría pensar que ha sido tan rápido el Ingeniero, como para haber cogido con el paso cambiado al Coordinador General, todavía celebrando su reelección, por aclamación, al frente del mayoritario en el reciente congreso celebrado en Bilbao?
No ha hablado Antolín, pero si lo han hecho otros, como Jordi Aragunde, dirigente de la zona catalano-balear, quien tras hablar con Llorca decidió hacer como que no había oído nada de sus anteriores declaraciones, e insistió en ese comportamiento cuasi autista que últimamente parece ser norma dentro de su sindicato.
“Con Llorca hemos hablado del dictamen. Tiene un pacto con Coordinadora y lo ha vuelto a mantener, lo ha reafirmado. El pacto es defender el modelo de estiba en España, Bruselas y donde sea.”
“... Cuando se haga público que Bruselas requiere a España a un proceso público para que defienda el modelo de estiba en una Audiencia pública, lo defenderá, entonces sabremos qué pasa. Tarda unos 4 años en gestionarse. Hablamos de 2018, por lo que la solución no será a corto plazo."
Y así, casi sin querer, nos da Jordi Aragunde una de las claves de todo este asunto; el tiempo. Porque llegados a este punto, José Llorca no puede esperar hasta 2018 para ver que termina ocurriendo tras el paso de la denuncia por los tribunales europeos. Porque, a saber donde anda Llorca en 2018, a saber donde andan Dimitrios Theologitis y el comisario Siim Kallas, que con tanto interés se han tomado el caso iniciado, no conviene olvidarlo, a partir de un denunciante anónimo, cuya identidad se desconoce.
No se puede obviar que en apenas unos meses, en la primavera de 2014, se celebrarán las próximas elecciones europeas, con un más que posible cambio en el equilibrio de fuerzas del nuevo parlamento europeo que emane de esas elecciones. Por vez primera, el parlamento europeo será el encargado de elegir al presidente de la comisión, y entraría dentro de la lógica que Barroso y su equipo desaparecieran del mapa para no volver, y con ellos fuera de escena, Llorca quizás no tenga a nadie que le haga el trabajo sucio, ni a quién echar la culpa.
Así pues, Llorca ha esperado todo lo que ha podido y más, ha esperado hasta que Antolín Goya ha sido reelegido. ¿Será casualidad que tras más de seis meses en la nevera, se vuelva a dar impulso al asunto apenas unos días después de que el canario se haya asegurado la reelección por otros cuatro años? ¿Ha enfriado el proceso el tiempo suficiente para darle un respiro al tinerfeño y que no creciera la desconfianza dentro de Coordinadora, no fuera que algún halcón con ganas de pelear fuera a postularse dentro del sindicato, si es que queda todavía alguien así dentro de esa organización?
Es evidente que Llorca necesita a Goya para que su estrategia tenga éxito, necesita de alguien alérgico al enfrentamiento, pactista. En las próximas semanas intentará, con todas sus fuerzas, vendernos la moto de que hay que modificar ya la ley, que hay que adaptar el sistema de estiba a lo que pida la comisión. Aunque quizás no tenga que esforzarse mucho, porque puede que esa moto ya esté comprada.
Puede que en realidad ya esté todo hablado y el silencio de Goya sea sólo un silencio dramático, para que interioricemos la gravedad de la situación, para que en el colectivo de estibadores cunda la desesperanza.
Son ya demasiadas cosas, nuestros amigos de ANESCO nos traicionan y olvidan esa paz social que nos prometieron a cambio de sacrificio y contención, la comisión pretende desmontar un sistema que nuestro amigo Llorca nos prometío duraría décadas gracias a nuestras concesiones en la Ley de Puertos. Es hora de que Antolín vuelva a salvarnos como sólo el sabe hacerlo.
Venga Antolín, sálvanos. Cuéntanos lo difícil que estaba todo, cuéntanos como iban a a por nosotros esos bárbaros de Bruselas. Cuéntanos, cuando parezca una derrota, que no ha sido una derrota. Cuéntanos que no merecía la pena luchar, que no había más remedio que aceptar las cosas como venían y adaptarse. Dinos lo importantes que somos, y lo profesionales, y el sentido de empresa que tenemos. Nosotros nos creeremos lo que nos digas, adornaremos el relato con épica. Anestesiados ante la vergüenza de no plantar batalla, insistiremos en viejas leyendas de estibadores que no se humillaban ante nadie, pero tampoco demasiado, que no conviene agitar conciencias. Es mejor no molestar demasiado a nuestros nuevos amigos.
Ah, pero eso si, "Ni un paso a tras". Ni un paso atrás, ahora que ya tenemos el muro pegado a la espalda.
* SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad.Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
Leon Felipe
No me extraña q cada vez seáis menos afiliados, y con "dirigentes" como Israel, demasiados.
ResponderEliminarViva coordinadora!
Si que es verdad que te conoces todos los cuentos, si. De hecho has contado uno de tu invención, y muy bien además, se nota que simplemente eren un narrador de toda esta historia de estibadores, políticos, leyes y comisión europea, se nota que tu y los "tuyos" no pintais nada en esta "nuestra" historia. Pero ni aqui, ni en ningún puerto (incluido el mio, por supuesto), y no hacéis más que demostrarlo una detrás de otra.
ResponderEliminarComo me gusta esto, ya vuelven a salir de su escondite las alimañas del sindicato empresarial outpb.
ResponderEliminarQue bien han firmado estos sindicalistas Peperos.Se estan labrando un futuro en el PP jugando en el puerto a fascistoides que se creen con todo el derecho por tener mayoria.
ResponderEliminarEsta gente no tiene ninguna legitimidad para quejarse del gobierno cuando hacen lo mismo
Creo que tendrian que adaptar el lema
ResponderEliminary enseña de su querido sindicato,un bote de vaselina y un portuario con los pantalones bajados.Ni un paso atras?? quizas hace tres lustros cuando habia aguerridos trabajadores.
Ni un paso atras.....